mochileros

De mochileros viendo el amanecer en el Teide

Después de casi dos meses viajando he aprendido que:

– El cuerpo se acostumbra al ritmo frenético de no parar.

– Tu estómago se puede ir haciendo cada vez más pequeño aunque peses igual.

– No te acostumbras o aburres de ver cosas nuevas cada día.

– Tu cartera puede dar mucho de sí con el «en no comiendo vamos ahorrando» y el «mejor andar a más no poder que coger un tren»(refranes, por supuesto, improvisados).

– La gente cada vez, con estas plataformas de Internet, es más confiada. Sin conocerte te dejan las llaves de su casa.

– En todos los lugares cuecen habas.

– Donde menos te lo esperas encuentras gente buena.

– El fútbol mueve masas.

– Hay cultura musical y conciertos festivaleros en cualquier lugar.

– Mejor pasar un poco de frío cubierto con capas que tirarse sudando desde las 8 de la mañana con la consecuente obligación diaria de refrescarse en el mar y buscar sombra como los gatos, en el caso de que tengas cerca una playa.

– Que un pañuelo pasmina puede tener muchos usos.

– Que aunque sólo lleves una mochila de montaña al final te sobra ropa.

– La importancia de un calzado cómodo para andar (me he tirado todo el viaje con unas mismas zapatillas que desafortunadamente no eran para mucha tralla).

– Que si se juntan dos ahorrativos empedernidos la cosa puede acabar muy mal xD. No sabéis lo que se puede ahorrar incluso viajando…

– Que no hay que fiarse de los precios de puestos de comida callejeros en las plazas principales de europeas capitales. Resulta que el precio no era por plato, sino por gramos y al final corres el riesgo de acabar timado.

– La importancia de leer la letra pequeña.

– Que aunque veas un atardecer espectacular, al final siempre hay otro que lo supera.

– Que lo que todo el mundo considera lo mejor, para ti quizás no lo sea.

– Que algunos check-in online te pueden quitar años de vida.

– Que aunque la gastronomía de cada país sea importante, prefiero y preferiré siempre comer mal y de supermercado si eso me permite ver mil sitios más.(Además, que como se come en España, en ningún lugar).

– Que se puede dormir (o no) tranquilamente varios días en un coche y disfrutar de unos amaneceres sin gente.

– Que tus pies son el mejor medio de transporte.

– Que hay que mantener la templanza en todo momento ya que al final siempre todo sale bien.

– Que vivir en una tienda de campaña también tiene su encanto.

– Que los workaways están bien para un rato.

– Que con el tiempo te conviertes en experto en «equipaje sin facturar», reorganizando maletas y pesos para no tener que pagar más.

– Que al final en los aeropuertos, abulte lo que abulte, nunca pesan tu equipaje de mano (y tantas horas para nada de medir al gramo xD).

– Que aunque no hayas hecho ni una pizca de deporte en un año para viajar siempre hay fuerzas, capacidad física y ganas.

– Que después de días mal comiendo cualquier comida abundante y medianamente decente sabe a gloria.

– Que los perros son buenos, también para un rato.

– Que no todas las instructoras de yoga son como imaginas.

– Que los ingleses viven la comida de otra manera y en otras dimensiones.

– Que por mucho que mires la comida de los niños, no se va a teletransportar a tu boca.

– Que viajar no es tan caro y se puede vivir viajando (y hoy en día, cada vez más).

– Que viajar en sus múltiples formas y maneras es lo mejor que hay.

Pd: lista creada después de pasar más de 12 horas en un bus y acabar una etapa; el viaje hasta ahora más largo que había realizado. Porque aunque viajar sea cansado, y más de la forma en la que lo hacemos nosotros, siempre MERECE LA PENA.

Hasta siempre, tierra nuestra. Y ojalá pueda ir siguiendo compartiendo mis experiencias y escribiendo cada vez más y más. Será buena señal.