«Cuenta la leyenda que un zar ruso quiso buscar un refugio de descanso con su esposa en el Valle del Jerte. La esposa, aunque enamorada de su marido, siente melancolía por los paisajes nevados de su tierra, y sus ojos reflejaban siempre una cierta tristeza. Hasta que un día su amado, decidido a hacerla feliz, le promete que si es necesario, él traerá la nieve al Jerte. Por tanto, decidió simularla a través de las flores del cerezo. El zar sería el responsable de que, cada año, durante unos diez días, entre finales de marzo y principios de abril, miles de cerezos tiñeran de blanco el Valle del Jerte.»
– Fuentes en Leyenda e Historia.
El Valle del Jerte
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