Pide un año que sorprenda,
que te encoja el corazón
y te colme de sonrisas,
que llores de alegría.
Pide un año que sorprenda,
que te encoja el corazón
y te colme de sonrisas,
que llores de alegría.
Era mayo de 2016. Después de la fase de decaimiento y meditación, llegué a la conclusión. No me importaban los nuevos planes o lugares si no los hacía junto a mi acompañante.
El no continuar con el plan viajero inicial para ambos, rompía todos los esquemas. En un sentido es como si se fastidiara todo por lo que tanto habíamos sufrido y luchado. No quería viajar sola cuando la idea era un viaje para los dos, de culminación con la injusticia que habíamos vivido en la escuela de Inglaterra.
Luchadora y apasionada. Inquieta y soñadora. Amante de las emociones fuertes. Viajera y equilibradamente imperfecta. En búsqueda y captura de personas entusiastas y lugares extraordinarios.
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