En un puente de Mayo del 2015 fuimos a León y el 1 de mayo, día del trabajador, hicimos la Tebaida Berciana, zona privilegiada de la comarca del Bierzo, tanto por su belleza natural como por sus valores históricos y artísticos.
La noche anterior dormimos en Ponferrada. A la mañana siguiente nos despertamos bastante temprano para ver el castillo, continuando el rumbo a los Montes Aquilianos.
Según mi compañero, que es bastante previsor, siempre que se va a la montaña, por muy pequeña que sea, hay que mirar la previsión meteorológica de la AEMET.
En ese día nos daban 80% de lluvias por la mañana y 30 % por la tarde.
La ruta era asequible y sin peligros (no como aquella del Cares que en la vuelta nos cayó lo que no está escrito, con unos desprendimientos de rocas que no olvidaremos y ya os contaré en otro post). Así que fuimos al toro y por suerte apenas chispeó 5 minutos, lo que se dice aguachirri.
Para llegar al lugar, tiramos de GPS siguiendo la ruta más corta hacia Montes de Valdueza, el destino. Un camino envuelto de nubes y niebla, que con la lluvia se puso hasta tétrico (pero bonito, qué conste) y, en un momento dado, desapareció el asfalto y se convirtió en tierra, en un camino forestal.
La verdad es que no estábamos demasiado lejos del pueblo, pero sí al otro lado de la montaña, por lo que era imposible bajar por ese lado ni con un 4 x 4.
Por otro lado, maravillosa equivocación porque el camino era precioso y lo disfrutamos muchísimo hasta que se puso imposible y dimos marcha atrás. Las fotos lo atestiguan:
Después de unas vueltas, tocó deshacer el entuerto, llegando finalmente por el camino decente a Montes de Valdueza, inicio de nuestra ruta, la PR LE-14. Os dejo por aquí los datos: Valle del Silencio y Wikiloc.
¿Preparados? ¡Empecemos a andar!
La ruta fue espectacular. Lo primero que nos gustó fue el impresionante valle del Oza con su colorido primaveral, digno de ser reflejado en una pintura impresionista (algún día retomaré el caballete y el pincel).
Al caminar por las calles solitarias de Peñalba de Santiago, pueblo enclavado en la montaña con casitas de piedra y tejados de pizarra, no puedes dejar de admirar cada minúsculo detalle de la arquitectura autóctona, por no hablar de su iglesia mozárabe que data del siglo X.
Los castaños del valle del silencio y la cueva de San Genadio, invitan a rememorar el pasado histórico del recogimiento ermitaño de la zona.
Las vistas del valle son increíbles.
En estos lugares levantaron los primeros astures uno de sus castros.
La guinda fue la visita al Monasterio abandonado de San Pedro en Montes de Valdueza, que por 3 euros una guía te la muestra al detalle en unos 30 minutos.
No me extraña que la Tebaida Berciana fue declarada Bien de Interés Cultural por “La paz y el sosiego de estos valles angostos, cubiertos de árboles seculares y de evocadoras ruinas de los monasterios del medievo, hacen de este lugar un singular paraje de tradición y arte que debe ser conservado en su primitiva belleza”.
Una increíble ruta que aúna naturaleza, historia y monumentos maravillosos. Es una de esas rutas que se te graban en la memoria, recordando sus olores, sus colores, sus sonidos… Pequeños trozos de felicidad incardinados en mi pequeña y humilde historia que hoy comparto con vosotros.
Y tú, ¿has visitado El Bierzo? ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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✴ Y ya sabes, a seguir coleccionando horizontes ✴