Antes de mi marcha a tierras irlandesas quería decir hasta luego a nuestra bonita España. Llevaba tiempo queriendo conocer las Médulas.
Cada vez que veía alguna foto del lugar, me parecía algo tan distinto y un paisaje tan diferente que me atraía un montón. Y el hecho de que estuvieran en España, facilitaba su visita.
Las médulas estaban incluidas en mi lista de destinos cercanos y factibles, por lo que sobraban los motivos para ir.
Pese a ser el principal objetivo de nuestro viaje, no se pueden obviar otras joyas, no menos grandiosas, que por cercanía de paso merecen una visita.
Viajamos de jueves a domingo, aprovechando el puente de mayo del 2015. Aquí os dejo el planning de cada día:
Día 1 – Jueves 30 de Abril
Camino a león Astorga Castrillo de Polvazares |
Día 2 – Viernes 1 de Mayo
Castillo de Ponferrada Tebaida Berciana Primer contacto con las Médulas |
Día 3 – Sábado 2 de Mayo
Las Médulas en profundidad |
Día 4 – Domingo 3 de Mayo
León Cuevas de Valdevimbre |
Índice:
Día 1. Ida a…¡Astorga!
Salimos después de comer desde Madrid rumbo al Noroeste, camino a León.
Llegamos a la primera parada, Astorga, sobre las siete menos cuarto. Era mi segunda vez en este bonito lugar. La primera vez fue muy diferente, como peregrina, allá por el año 2010.
Hay que destacar la plaza de España con su ayuntamiento, la catedral de Santa María de Astorga, y la obra del genio Gaudí; el palacio episcopal.
Qué os puedo decir, impresionante las obras de Gaudí.
Fuimos a la catedral y compramos la entrada combinada a las 19h. Tuvimos media hora rápida para cada sitio; la catedral con su claustro y museo de cristianismo antiguo, y el palacio de Gaudí con sus tres plantas y sótano, su estilo neogótico, sus jardines y su muralla que le da el toque genial.
Tras un par de horas, dejamos Astorga para ir a otra localidad de la comarca del país de los Maragatos, Castrillo de los Polvazares, que por su tradición arriera, su cocido maragato y su arquitectura popular te trasladan a otra época al pasear por sus silenciosas, pero expresivas calles de casas empedradas y de un tono característicamente rojizo.
Se nos hizo de noche y pernoctamos en un hotel sencillo y barato en los alrededores de Ponferrada: Hotel Novo, por 35€ la noche.
El dueño del hotel, que estaba en remodelación, fue muy majo y a pesar de ser el más barato, la habitación era amplia y dormimos genial.
Día 2. ¡Ruta por la Tebaida Berciana!
Al día siguiente salimos a las 8:30 para ver un poco la capital del Bierzo rápidamente y, sobre todo, el castillo de los Templarios.
Posteriormente, nos adentramos en
Tras la espectacular y bonita ruta de senderismo de 16 km fuimos a Orellán a la casa rural “O Palleiro do Pe do Forno” que nos salió por 100€ las dos noches (50 cada uno).
La casa rural estaba dirigida por una encantadora Isabel que al considerse gallega, portuguesa y leonesa, se podía reflejar en la rica comida que ofrecía en su restaurante. ¡Fue una estancia muy bonita!
Acabamos el día en el mirador de Orellán, muy cercano a la casa rural, para tener nuestro primer contacto con las Médulas.
Las Médulas es un entorno paisajístico formado por una antigua explotación minera de oro romana situado en las inmediaciones de la comarca de El Bierzo. Está considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano.
El trabajo de ingeniería realizado para la extracción del mineral supuso la alteración del medio ambiente, pero dio como resultado un paisaje de arenas rojizas, cubierto en la actualidad parcialmente de vegetación de castaños y robles. Se considera un «paisaje cultural» y tiene la denominación de «Parque Cultural».
Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996, en atención a su interés arqueológico. En 1997 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y Monumento Natural en 2002. En 2016 fue nombrado como uno de los diez rincones naturales más impresionantes de España. – Wikipedia.
Día 3. ¡Las Médulas en profundidad!
El tercer día de nuestra escapada, lo dedicaríamos a las Médulas en profundidad.
Por la mañana temprano volvimos al mirador de Orellán y bajamos por el camino del mirador caminando bajo unos numerosos castaños. Disfrutando de estas vistas:
Era genial el paisaje y el contraste del verde de los árboles con el naranja de las médulas.
Enlazamos por parte de la senda de las Valiñas pudiendo ver las famosas cuevas de la Encantada y la Cuevona, entrando en una de ellas.
Podéis ver las diferentes sendas señalizadas aquí.
Continuando con la senda llegamos al centro de visitantes en el que vimos la Iglesia y un buen vídeo informativo del lugar.
Tras ello, tiramos para la senda del lago Sumido. El agua era muy importante para las minas romanas de oro ya que conseguían romper las montañas con la presión del agua para poder así extraer el preciado mineral. Tanto el lago Sumido como las lagunas que lo preceden estaban llenos de ranas.
Como habíamos andado bastante, descansamos en ese lugar, disfrutando del reposo y de unos caballos que teníamos en frente.
Continuamos la ruta pasando por el pueblo de las Médulas y por la senda de los monasterios donde aprovechamos para refrescarnos, ya que habíamos andado como 6 horas, un buen pateo.
Y volvimos por otra senda, de pista forestal, de nuevo hasta Orellán.
Ya por la tarde, previo pago, entramos en las cuevas-galería de Orellán.
Muy bonita la visita por el interior de la galería.
Cuando acabamos, nos tocaba transitar parte de la senda perimetral para ver las solitarias Médulas de Yeres, volviendo por la senda de Reirigo. Esta era la ruta roja unida con la azul, que era la más complicada.
Sin duda, fue la mejor y la más espectacular de todas. Transitamos por un minúsculo sendero, no apto para niños ni personas con vértigo.
Siguiendo el sendero, alcanzas el mirador del Pico de Reirigo en el que puedes contemplar su impresionante paisaje.
Disfrutamos de unas vistas de las Médulas, desde lo alto, increíbles y para nosotros solos…
Un día muy completo en el que nos pateamos Las Médulas casi de cabo a rabo.
De vuelta a la casa rural, tocó una deliciosa cena de Isabel, muy elaborada y disfrutando de un ambiente íntimo y relajado. Después, nos fuimos a la cama que nos ganamos un buen descanso.
Día 4. León y vuelta a casa
En nuestro último día nos despertamos temprano y visitamos León:
Callejeando por sus calles vimos la casa Botín, la plaza mayor, la magnífica catedral, el Ayuntamiento…
También aprovechamos para ver el Museo Panteón San Isidoro de León guiado. La visita fue muy bonita y mereció la pena. Toda una joya del románico.
Después fuimos a ver el bonito Parador y el Hospital de San Marcos.
Nos fuimos rápidamente ya que habíamos quedado para comer con unos amigos en las cuevas-bodegas de Valdevimbre. Comimos cecina típica entre otras muchas cosas. Estuvo muy rico todo y sobre las 17h nos embarcamos hacia la vuelta a casa.
Una guinda perfecta a un fantástico viaje por tierras leonesas.
Para acabar, me gustaría preguntarte: ¿Has visitado ya las médulas? ¿Qué es lo que más te gusta de Castilla y León? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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Felices viajes,
✴ Ishtar’s Horizons✴