«Cuenta la leyenda que un zar ruso quiso buscar un refugio de descanso con su esposa en el Valle del Jerte. La esposa, aunque enamorada de su marido, siente melancolía por los paisajes nevados de su tierra, y sus ojos reflejaban siempre una cierta tristeza. Hasta que un día su amado, decidido a hacerla feliz, le promete que si es necesario, él traerá la nieve al Jerte. Por tanto, decidió simularla a través de las flores del cerezo. El zar sería el responsable de que, cada año, durante unos diez días, entre finales de marzo y principios de abril, miles de cerezos tiñeran de blanco el Valle del Jerte.»
– Fuentes en Leyenda e Historia.
El finde pasado hicimos una escapada por el Valle del Jerte, aprovechando el inicio de la floración de los cerezos.
Ya sabéis que suele durar unos 10 días cada año y yo llevaba ya un tiempo queriendo ir (suele ser uno de los lugares más visitados en toda España).
Tuvimos la suerte de que sí, había florecido el Valle (justo empezó por la zona cálida a florecer uno o dos días antes). Llegamos el viernes 24 de marzo y, aunque por supuesto, no estaban todos en flor, pudimos disfrutar de una bonita estampa.
«La Fiesta del Cerezo en Flor es sobre todo una celebración popular que trata de reflejar la vida de toda una comarca, tanto del pasado como del futuro.»
– Fuente de la página oficial aquí.
No quería retrasar más este post para los que aún están a tiempo, vayan a verlo.
Si no estoy confundida, ahora es cuando el Valle del Jerte está en su máxima expresión y la semana que viene aún se podrá ver, aunque los pétalos vayan empezando a caer.
Como iba contando, no sólo tuvimos esa suerte, sino que pudimos disfrutar del valle, rutas, pueblos, caminos y castillos, sin gente. Justo esa semana bajaron las temperaturas y el día anterior (jueves 23) hasta nevó.
Se pronosticaba un finde lleno de lluvias y seguramente, ese fuera motivo suficiente, para que estuvieran los lugares prácticamente, sin gente.
Y para nosotros, doble suerte. Porque además, no llovió. Sólo chispeó un poco el sábado y el domingo, nuestro día de vuelta, algo más.
Fui, como de costumbre, con mi compañero de batallas, el cuál se encargó de planificar, tan estupendamente bien como siempre, la ruta.
Como a nosotros nos gusta, hicimos un viajecillo de tres días intenso. Cuando viajamos, nosotros no visitamos una ciudad y ya está.
Nosotros pateamos bien la ciudad, los pueblos de alrededor, hacemos rutas y nos dejamos embriagar con la belleza de los pueblos, la historia y la naturaleza. Un todo en uno, vaya.
Y esa es la forma en la que nos gusta viajar, y el truco para ver tanto.
Ahora intentaré explicar por aquí todo lo que vimos, para servirte también de ayuda si estás pensando visitar esta bonita zona de Extremadura (hay que empezar a valorar más esta comunidad!).
Pero no te creas que es fácil, amigo. Seleccionar unas pocas fotos de entre más de 900 (ya te digo que somos intensos, y nuestra cámara peleona lo atestigua) y explicar tantas cosas vistas en un sólo post tiene su intríngulis. Comenzemos:
Índice:
Día 1 – Plasencia y circuito por el Valle del Jerte
Salimos el viernes a las 9:30 de Madrid, llegando a Plasencia sobre las 12:30. Estuvimos visitando este bonito pueblo con encanto un par de horas.
Recorrimos la Plaza Mayor con su bonito Ayuntamiento, la Catedral Vieja y la Nueva, la gran Muralla, las casas Palacio, el Acueducto…
Después nos dirigimos al sur del Valle del Jerte. Las vistas desde la carretera son impresionantes.
La pena era que los mejores lugares no tenían para aparcar el coche. Pero aún así, continuamos disparando a tope. Pronto pudimos ver los primeros árboles en flor, sumándose cada vez a más y más.
Realizamos la ruta circular pasando por Barrado, Casa del Castañar, Cabrero, Rebollar, Piornal (que era el punto más alto del Valle), Cascada del Caozo y la garganta Bonal.
Desde allí fuimos a Valdastillas y al mirador de la memoria en el Torno, conjunto escultórico de cuatro figuras humanas que rinden homenaje a las víctimas de la Guerra Civil.
Por último, visitamos las ruinas romanas de Cáparra (ubicada en una de las zonas más fértiles de la provincia de Cáceres, el valle del Ambroz, y lo que se conoce antigüamente como la Vía de la Plata).
Las ruinas de Cáparra han constituido durante siglos motivo de atención por parte de curiosos y eruditos, centrada especialmente en su elemento más atractivo y mejor conservado: el arco tetrapylon, único en su género en la Península Ibérica. <Más info aquí>
Después de recorrer las ruinas, continuamos por la carretera, observando el bonito embalse de Gabriel y Galán y pasando la noche en nuestro hostal «Vía Caparra Confort» situado en Oliva de Plasencia.
Cogimos ese hostal por ser el más barato (32€ en booking para dos personas) y además con un descuento de 15€ que puedes usar tú también aquí. Era como una casa rural con cocina compartida y saloncito abajo, y las habitaciones arriba. Tuvimos una habitación bastante amplia con baño privado y varias camas de más.
Día 2 – Rutitas, cascadas, pilones, más valle y pueblos bonitos
El sábado empezamos a las 9:30 por el Jerte hasta Navaconcejo, haciendo la ruta de las cascadas «Garganta de las Nogadelas» (SLCC33).
No hacía tan mal tiempo (a pesar de esas nubes grises) y cayeron cuatro gotas. Yo me abrigué con varias capas que luego al ir subiendo pasé bastante calor.
La ruta era circular y estaba bastante bonita, pero hubo un punto, arriba del todo que no pudimos continuar porque estaban haciendo una carrera de Rallys y al tener que coger la carretera nos tuvimos que volver.
El subir y bajar fueron unas dos horas (con bastantes paradas fotográficas).
De allí pasamos por Cabezuela del Valle, Jerte, y fuimos a la «Garganta de los Infiernos» para ver los Pilones, unas piscinas naturales bellísimas asentadas sobre grandes piedras de granito.
Allí estuvimos otro par de horas y después, nos dirigimos hasta Tornavacas y su mirador donde se puede ver todo el Valle.
Como podéis ver, aquí ya hacía un poquito de frío. Continuamos hacia Gredos y a la zona de Ávila, parando un momento en el castillo del pueblo Barco de Ávila.
Desde allí, pasamos a Salamanca parando en Candelario, un pueblo rústico muy bonito con unas vistas increíbles y unas casas blancas características.
Subimos el puerto a la vuelta, que tenía nieve en un tramo y pasamos por Baños de Montemayor, dirigiéndonos a nuestro hostal esta vez en Zarza de Granadilla, un pueblecito muy pequeñito.
Día 3 – Granadilla, Aldenueva del Camino, Hervás y Segura del Toro:
En nuestro último día, domingo, aprovechamos para ver Granadilla, villa amurallada de origen feudal declarada conjunto histórico-artístico, a orillas del embalse Gabriel y Galán y en proceso de rehabilitación con la ayuda de muchos estudiantes.
El pueblo es bastante bonito y sus vistas más. Tiene una zona más abandonada y otra con mucho encanto con todas las casas. Cuenta con su plaza, iglesia, casitas, castillo y muralla desde donde se puede caminar.
Y además, con el embalse al lado que le da otro toque especial.
Después, fuimos a Aldenueva del camino para ver el puente romano que pasaba por la Vía de la Plata y la plaza del mercado.
Nuestra siguiente y penúltima parada sería en Hervás que cuenta con una de las mejores juderías conservada de toda España, formada por casas de adobe y calles estrechas, en pendiente y sin orden aparente.
Recorrimos sus calles, la Iglesia de Santa María con unas vistas preciosas desde arriba, el Puente de la Fuente Chiquita, la Plaza de la Corredera…
Por último, acabamos nuestra escapada visitando Segura del Toro para ver su Plaza Mayor donde preside el Toro tallado en granito, escultura vetona que data del siglo VI a.C. Un monumento histórico que identifica y da apellido a la población.
Y después de toda esta belleza, sobre las 14h nos dirigimos satisfechos de vuelta a casa, viendo algo más que el Valle del Jerte en flor.
Me quedé con un regusto muy bueno de los valles, pueblos y toda esa zona del norte de Extremadura. Como mi compañero bien dijo, está repleto de muchos lugares y rutas bonitas que merecen la pena conocer.
Además fue un viajecillo muy barato gracias a Booking (unos 25€ por persona las dos noches de hotel) ¡Todo el viaje de tres días nos salió por unos 40€ por persona (viaje del 2017)!
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Para acabar, me gustaría preguntarte: ¿Has visitado ya esos valles? ¿Qué es lo que más te gusta de Extremadura? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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Felices viajes,
✴ Ishtar’s Horizons✴