Todo comenzó hace muchos años.

Mi cama, como único testigo de los pensamientos que se repetían día tras día, me acogía cálidamente cada noche sin prejuicios, sin mediar palabra.

Allí es donde surgió el sentimiento en mis años de adolescencia, alimentando año tras año una fuerza dentro de mí que tarde o temprano tendría que salir.

Leer más